El Estrés Crónico: un Desencadenante de Pérdida de Memoria según un Nuevo Estudio

Además de las condiciones directamente vinculadas al cerebro y su funcionamiento, existen otras circunstancias, no necesariamente patológicas, que pueden influir en la capacidad cognitiva, incluida la memoria.

Aunque enfermedades como la demencia, las afecciones cerebrovasculares, las enfermedades neurodegenerativas y el Alzheimer son conocidas por causar pérdida de memoria, hay situaciones aparentemente no relacionadas con el cerebro que pueden afectarla. Entre ellas se cuentan la carencia de vitaminas, trastornos tiroideos, ciertos medicamentos y hábitos de vida como una rutina de sueño irregular, una alimentación poco saludable, el sedentarismo, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y el estrés crónico, que ha sido asociado con estados inflamatorios y daño celular.

Recientemente, un extenso estudio publicado en la prestigiosa revista médica Journal of the American Medical Association ha arrojado luz sobre el estrés crónico y su vínculo con el deterioro cognitivo. Esta investigación, que contó con la participación de más de 24 mil individuos de diversas edades y orígenes étnicos, encontró una correlación significativa entre el estrés percibido y el deterioro cognitivo tanto prevalente como incidente.

Aunque los resultados no variaron de manera consistente según la edad, raza o género, se destacó que las personas de raza negra enfrentan una mayor exposición a factores estresantes, lo que podría influir en la mayor probabilidad de demencia en adultos mayores de esta comunidad.

Además de este hallazgo, el estudio reveló que aquellos con niveles elevados de estrés también presentaban un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, como hipertensión, así como diabetes y dislipidemia. Asimismo, estos participantes eran menos activos físicamente, fumadores y tenían un índice de masa corporal superior.

Es importante señalar que la pérdida de memoria puede ser reversible cuando se origina en trastornos emocionales como el estrés, la ansiedad o la depresión. Estos estados pueden causar confusión y dificultades para concentrarse. Por lo tanto, la prevención juega un papel clave en el abordaje de este problema.

Entre las acciones preventivas, se destaca la importancia de mantener buenos hábitos de sueño, esenciales para la consolidación de la memoria. Además, mantener una dieta equilibrada y rica en nutrientes que favorezcan la salud cerebral es crucial. Evitar hábitos nocivos como el tabaquismo, mantener una actividad física regular y emplear técnicas de respiración, actividades placenteras y la meditación son estrategias efectivas para gestionar el estrés y preservar la salud cognitiva.

Es fundamental recordar que este artículo proporciona información educativa y general sobre temas de salud y bienestar. No debe ser considerado como un sustituto del consejo médico profesional ni utilizado para llevar a cabo tratamientos sin supervisión médica. Si se tiene preocupaciones sobre la salud, siempre se recomienda consultar a un médico o profesional de la salud calificado antes de tomar cualquier medida.

Publicado por Emirates Herald, agencia de noticias e información

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *